La administración del expresidente Donald Trump pidió el viernes a un tribunal federal de apelaciones que detenga temporalmente una orden judicial que le obliga a financiar en su totalidad los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) durante el actual cierre del gobierno.
El juez federal John McConnell había ordenado el jueves que el gobierno entregara los pagos completos a los estados antes del viernes, criticando los retrasos que —según él— probablemente dejaron a muchos beneficiarios del SNAP sin comida. Sin embargo, el gobierno argumentó en su apelación que, debido al cierre, solo hay fondos suficientes para cubrir pagos parciales en noviembre.
A inicios de la semana, la administración había acordado utilizar 4.650 millones de dólares en fondos de contingencia, lo que cubriría aproximadamente el 65% de los beneficios que las familias elegibles suelen recibir. No obstante, funcionarios sostienen que no pueden usar el dinero destinado a programas de nutrición infantil —conocidos como fondos de la Sección 32— para completar los pagos, ya que eso afectaría otras iniciativas, como los almuerzos escolares.
“Es una crisis, sin duda, pero una crisis provocada por la inacción del Congreso, y solo el Congreso puede resolverla”, señaló la administración en su escrito judicial.
El documento añade:
“Este tribunal debería permitir que el Departamento de Agricultura continúe con los pagos parciales y no obligar a transferir miles de millones desde otro programa de asistencia sin garantía de que esos fondos sean reembolsados.”
La disputa sobre el financiamiento del SNAP se ha extendido durante semanas. El Departamento de Agricultura había anunciado inicialmente que no habría pagos mientras continuara el cierre del gobierno. Sin embargo, el grupo legal progresista Democracy Forward presentó una demanda impugnando esa decisión, lo que llevó al juez McConnell a ordenar que se distribuyeran los beneficios lo antes posible.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, informó que los pagos parciales comenzaron a enviarse a los estados el lunes. Dado que son los gobiernos estatales los encargados de recargar las tarjetas de beneficios electrónicos (EBT), la administración sostuvo que ya cumplió con su parte del proceso al autorizar los fondos y proporcionar los datos necesarios para calcular los pagos.
McConnell, sin embargo, declaró el jueves que la respuesta del gobierno no cumplía con su orden de entregar los beneficios de forma rápida y eficiente.
“La gente ha pasado demasiado tiempo sin recibir ayuda. Negarles los pagos incluso por un día más es inaceptable”, afirmó el juez. “Esto nunca debería suceder en Estados Unidos.”
Este episodio marca la primera vez en los 61 años de historia del SNAP que los beneficios se ven interrumpidos debido a un cierre gubernamental. Algunas familias, cuyos fondos debían recargarse esta semana, informaron haber tenido que saltarse comidas o sobrevivir con alimentos básicos como cereal o ramen ante la falta de recursos.