En uno de los tramos más tranquilos del litoral sinaloense se encuentra Playa Bellavista, un sitio donde la vida corre sin prisa y el paisaje conserva ese toque silvestre que en otros destinos ya se ha perdido. Alejada de las grandes cadenas turísticas y del bullicio urbano, esta playa se ha convertido en un escape ideal para quienes desean paz, sencillez y un contacto directo con la naturaleza.
Sus extensas dunas doradas, el sonido relajante del Pacífico y la amplitud del horizonte crean un ambiente perfecto tanto para convivir con la familia como para disfrutar momentos de introspección.
A solo una hora de Guasave, el acceso es sencillo: basta tomar la carretera México 15 y desviarse antes de llegar a San José de la Brecha, donde la señalización indica el camino hacia este rincón costero. Al llegar, el visitante se encuentra con un entorno prácticamente virgen, sin saturación ni ruido, lo que convierte la experiencia en algo más genuino y cercano.
Aunque la infraestructura es mínima, esta sencillez forma parte de su esencia y, a la vez, representa una oportunidad para quienes vislumbran su potencial turístico y de inversión.
Las actividades disponibles son simples pero enriquecedoras: nadar en sus aguas serenas, caminar por la playa, disfrutar en familia, practicar pesca recreativa o contemplar las aves que habitan en la zona. Cada actividad permite reconectar con lo natural, un lujo que muchas playas comerciales ya no ofrecen.
“Está tranquilo por acá; esto se va a poner mejor. Ya hay servicios como luz y agua. En Semana Santa se arman puestos y carpas”, comentó el vecino Sanoe Romero.
Playa Bellavista es un tesoro que permanece semidesconocido, pero que ya apunta a convertirse en uno de los atractivos más prometedores de Guasave. Un sitio perfecto para disfrutar hoy y con un futuro brillante para quienes apuesten por su desarrollo.