Topolobampo: promesas de desarrollo frente a una realidad de abandono urbano

Aunque Topolobampo fue designado como uno de los nuevos Polos de Desarrollo para el Bienestar en México, los habitantes del puerto siguen sin ver mejoras reales en su entorno. Pese a su ubicación privilegiada, con acceso directo a puertos, carreteras, trenes y aeropuertos, el lugar continúa sumido en el abandono urbano y la falta de servicios básicos.

El proyecto federal lo presenta como un centro estratégico de inversión, con potencial para atraer industrias relacionadas con la agroproducción, energías renovables, reciclaje y logística. Se ha estimado una inversión superior a los 13 mil millones de dólares y la creación de más de 30 mil empleos. No obstante, el progreso prometido contrasta con la realidad que viven sus pobladores: calles destruidas, drenajes colapsados, y aguas negras acumuladas en distintas colonias.

La falta de infraestructura turística elemental, como baños públicos o espacios adecuados para visitantes, ha frenado además cualquier posibilidad de impulsar el turismo en la zona.

El vicepresidente de Coparmex Los Mochis, Esteban Morales, cuestionó la incongruencia entre los discursos oficiales y la situación cotidiana de los habitantes:

“Se habla de inversiones millonarias y de un futuro próspero, pero la realidad es que Topolobampo sigue sin resolver problemas tan básicos como el drenaje o el pavimento.”

Un ejemplo claro del deterioro urbano es la calle Benito Juárez, en el barrio Estación, una de las principales vías del puerto, donde las condiciones del pavimento son tan malas que ponen en peligro a peatones, motociclistas y automovilistas.

“Prometen modernizar el puerto, pero las calles siguen igual. Ya hicimos todos los reportes posibles y nadie hace nada”, lamentó Eva Medina, vecina de la zona.

Mientras las autoridades presumen el proyecto como una oportunidad histórica para el norte de Sinaloa, los habitantes siguen padeciendo carencias en servicios públicos esenciales, como agua potable, alcantarillado y vialidades transitables.

La realidad es clara: sin inversión social y urbana, no puede haber desarrollo sostenible. Las promesas de crecimiento y bienestar en Topolobampo seguirán siendo solo planes sobre el papel si no se atienden primero las necesidades más básicas de su población.

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