La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) redujo este miércoles su tasa de interés en un cuarto de punto porcentual, situándola en un rango de 3.75% a 4.00%, pero la decisión dejó al descubierto una fuerte división dentro del comité de política monetaria, lo que plantea dudas sobre el liderazgo del presidente Jerome Powell.
La votación terminó 10 a 2, con dos miembros que rechazaron la medida: Stephen I. Miran, quien abogaba por un recorte mayor de medio punto, y Jeffrey R. Schmid, que prefería mantener las tasas sin cambios. Esta diferencia de criterios refleja un desacuerdo inusual en la institución, tradicionalmente caracterizada por su unidad.
“El presidente Jerome Powell está perdiendo el control de la Fed”, opinó Bob Michele, jefe global de renta fija en JPMorgan Asset Management, durante una entrevista con Bloomberg TV, al referirse a las posturas encontradas en la reunión.
Además del recorte, el banco central anunció que reanudaría de forma limitada la compra de bonos del Tesoro, luego de detectar señales de escasez de liquidez en los mercados financieros.
Durante su conferencia de prensa posterior, Powell enfatizó que no hay garantía de nuevos recortes en diciembre, lo que añadió más incertidumbre a las expectativas de los mercados.
“Un nuevo recorte en diciembre está lejos de ser una conclusión inevitable”, señaló el funcionario.
La falta de consenso entre los dirigentes de la Fed refleja las presiones opuestas que enfrenta la institución: por un lado, la necesidad de estimular la creación de empleo, y por otro, el riesgo de reactivar la inflación en un contexto económico aún frágil.