Tras el fuerte incendio registrado recientemente en el basurón municipal —donde el Cuerpo de Bomberos aún realiza maniobras de control para evitar que se reactive—, un nuevo siniestro de gran escala en un tiradero clandestino volvió a encender las alarmas este miércoles 12 de noviembre.
Según informó Horacio López Valenzuela, comandante de Bomberos de Guamúchil, el terreno afectado originalmente funcionaba como un depósito de escombros; sin embargo, la falta de supervisión permitió que evolucionara en un basurero ilegal donde ahora se acumulan desechos de todo tipo, representando un peligro constante para la comunidad y el entorno.
“El predio empezó como un espacio para materiales inertes como concreto, pero la gente terminó arrojando basura, llantas y residuos domésticos que después generan incendios”, explicó López Valenzuela.
El jefe bomberil detalló que los incendios en ese punto se han vuelto frecuentes, ya que algunas personas prenden fuego intencionalmente para quemar llantas y recuperar el metal, una práctica indebida que pone en riesgo tanto a residentes como a los equipos de rescate.
“Llevamos identificados varios baldíos y sitios donde se sigue tirando basura. Entre ellos, el basurón cercano a La Ciénega y otro ubicado sobre la carretera a Angostura”, añadió.
Las labores para extinguir completamente el fuego continuarán durante las próximas horas, mientras autoridades locales y de protección civil evalúan la magnitud del daño y revisan posibles sanciones para quienes hayan provocado el siniestro.
En cuanto al incendio previo en el basurón municipal, López Valenzuela señaló que aún se trabaja en la remoción y enfriamiento del área, además de reacomodar las zonas de descarga para evitar nuevas emergencias.
Este episodio evidencia la urgente necesidad de fortalecer la vigilancia ambiental y eliminar los tiraderos clandestinos que, sin control ni manejo adecuado, se convierten en un riesgo latente cada temporada de calor.