La persistente quema de desechos y los continuos siniestros en el relleno sanitario de Guamúchil se han convertido en una problemática que va creciendo sin que la administración de Guadalupe López muestre acciones efectivas para detenerla.
El más reciente episodio ocurrió el 10 de noviembre, cuando un nuevo incendio se originó en el basurero municipal y se mantuvo activo durante casi tres días. La humareda, cargada de contaminantes, avanzó rápidamente y terminó afectando incluso a comunidades de Guasave y Juan José Ríos.
Falta de control y deslinde de responsabilidades
Pese a la magnitud de los incidentes, la alcaldesa atribuyó lo sucedido a la empresa encargada del manejo de los residuos, compañía que recibió gratuitamente la concesión para operar y dar tratamiento al basurero desde enero pasado.
Por su parte, Horacio López Valenzuela, comandante del Cuerpo de Bomberos de Salvador Alvarado, explicó que se han realizado ajustes en las áreas donde se deposita la basura, pero aun así se han atendido alrededor de cinco incendios recientes en terrenos baldíos y en los puntos de descarga autorizados, como el basurero de La Ciénaga y otro ubicado en la carretera hacia Angostura.
Problema repetitivo sin soluciones reales
A lo largo del año, los incendios se han presentado reiteradamente y en ocasiones han permanecido activos por varios días. Esta situación deja claro que la gestión municipal no ha logrado controlar el problema y refleja una notable falta de atención a un tema que afecta directamente la salud y calidad de vida de los habitantes de Salvador Alvarado.